El tejido se trata ancho.
La máquina está formada por una serie de depósitos contiguos en los que se desencola y lava el tejido
y, posteriormente, estrujada por dos cilindros que tienen por objeto eliminar el exceso de agua.
El último tanque contiene una solución de sosa cáustica y sustancias humectantes.
Dos cilindros exprimidores uniforman el proceso de recubrimiento con sosa sobre el tejido, completando la primera fase.
En la segunda fase, de blanqueo, el tejido de carbonato de sodio se somete a:
en una bandeja, que contiene peróxido de hidrógeno diluido;
en una cámara de vapor, con un camino lo suficientemente largo para que se desarrolle el oxígeno;
en una serie de tanques de lavado continuo y contracorriente, alternando agua caliente
Hace frío.
La tela limpia y blanqueada sale de la máquina, se enrolla y se lleva a la secadora.
Cuando hay un secador de tambor continuo, la pieza húmeda, en lugar de enrollarse, se
pasa directamente al secadero y solo cuando sale de este se enrolla y se pone a disposición
para posteriores operaciones de tintura y acabado.
Se debe prestar especial atención a la elección y dosificación de los productos oxidantes a utilizar,
en relación con el tipo de impurezas presentes en el tejido a tratar.